¿A alguien le suena de algo? Por que a mí, en estos tiempos catastróficos y catastrofistas, el otro día, un amigo me recordó la sempiterna crisis del cine (y digo sempiterna, por que desde que tengo uso de razón el cine ha estado en crisis) Vamos que la conversación no fue más allá de las tres frases típicas y tópicas “ya no se hacen películas como las de antes”, “todas son una mierda” “cada día hay menos cine”…
Bueno, la verdad es que esto podría llegar a tomármelo en serio, si no fuera por que voy mucho al cine incluso sin tener muy claro que película voy a ver (otros van a misa sin saber que va a decir el cura, que pasa) y la verdad, tanto como crisis… No hombre no, crisis la tuvimos en los ochenta y principios de los noventa, cuando una pléyade de actores sin talento interpretativo tales como Chirchinager (me niego a aprender como se escribe el nombre de este tío) o Estallone, se habían convertido en los actores más taquilleros de la época. Pero claro, el físico dura lo que dura. El de Pacino o Deniro da igual, el d estos elementos no.
Teniendo esto en cuenta, me dio por tratar de recordar cuales habían sido las críticas que habían tenido películas que a día de hoy la peña considera míticas, tales como la saga de “La Guerra de las Galaxias”, “Indiana Jones”, etc, etc, etc… Y ¡Oh sorpresa! Los gurús cinéfilos de la época, las trataban de bazofia consumista basada más en efectos especiales que en el talento dramático de los actores (conste en acta lo de dramático, ya que, de todos es sabido, en toda la historia del cine no ha habido una comedia desternillante digna de algún oscar o similar) Curiosamente ahora, todos aquellos que le hicimos una pedorreta cósmica a los críticos y consideramos a esas películas parte imprescindible de la historia del cine, nos ponemos en plan snob y rechazamos por sistema cualquier tipo de película similar que aparezca en cartelera.
Nos da igual que Peter Jackson haya hecho una adaptación mítica de “El Señor de los Anillos”, que Hug Jackman haya rescatado al aventurero capaz de hacerlas suspirar a ellas y divertirse a ellos. Que “300” arrasara en las salas, que Angelina Jolie haya demostrado de sobras que es una auténtica superestrella del cine de todos los tiempos, o que Eastwood convierta en oro todo lo que dirige. Aquí lo que viste, es tildar de mierda todo lo que se menee, incluso sin haberlo visto. Ese es el rasgo característico de todo entendido en cine de la época que sea (cosa que demuestra que el gilipollismo es lo suficientemente grande, como para ser atemporal)
A día de hoy, parece que se nos olvida que las opiniones “respetables”, dejarían de serlo si, automáticamente, cada éxito de taquilla fuera un éxito de crítica y se van al otro extremo, supongo que con el gran razonamiento lógico de “si yo no me dejo llevar por los demás, mi opinión, por cojones, a de ser distinta a la de los demás. Con la evidente excepción de cuando yo diga que algo es malo, entonces es que he sido yo el que ha marcado el camino al resto. Que yo la vi primero”.
Esto, como de costumbre, no hace ningún bien a nadie, salvo al crítico de turno, al que se le acaba pagando un pastón de tres pares de pelotas por hacer una buena crítica de una castaña pilonga de película en la que la productora se ha dejado el pastón del siglo y, cuando la ha visto, se ha dado cuenta de que eso no lo verá nadie en su sano juicio, salvo que un gran gurú sea capaz de decirte que es el summun del arte y que la culpa de que no te guste es tuya por ser un inculto (supongo que con esto de la crisis, hay poca pasta para untar a estos elementos), y la verdad o tienes mucha personalidad o acabas pidiendo perdón porque te gusten cosas como Constantine, que no será la rehostia en verso para la crítica, pero en una noche a agosto, con una prójima al lado, te lo pasas de lujo viendo la lucha del exorcista y satanás.
Por eso, ahora mismo, yo digo que ojalá llegue el día en que mandemos a los catastrofistas a la mierda, nos plantemos en el cine, vayamos a que nos guste la película y lo podamos contar sin complejos. Que en este jodio tiempo de crisis, seguro que en el cine, encontramos algo que nos guste a nosotros, por poco que sea.
Bueno, la verdad es que esto podría llegar a tomármelo en serio, si no fuera por que voy mucho al cine incluso sin tener muy claro que película voy a ver (otros van a misa sin saber que va a decir el cura, que pasa) y la verdad, tanto como crisis… No hombre no, crisis la tuvimos en los ochenta y principios de los noventa, cuando una pléyade de actores sin talento interpretativo tales como Chirchinager (me niego a aprender como se escribe el nombre de este tío) o Estallone, se habían convertido en los actores más taquilleros de la época. Pero claro, el físico dura lo que dura. El de Pacino o Deniro da igual, el d estos elementos no.
Teniendo esto en cuenta, me dio por tratar de recordar cuales habían sido las críticas que habían tenido películas que a día de hoy la peña considera míticas, tales como la saga de “La Guerra de las Galaxias”, “Indiana Jones”, etc, etc, etc… Y ¡Oh sorpresa! Los gurús cinéfilos de la época, las trataban de bazofia consumista basada más en efectos especiales que en el talento dramático de los actores (conste en acta lo de dramático, ya que, de todos es sabido, en toda la historia del cine no ha habido una comedia desternillante digna de algún oscar o similar) Curiosamente ahora, todos aquellos que le hicimos una pedorreta cósmica a los críticos y consideramos a esas películas parte imprescindible de la historia del cine, nos ponemos en plan snob y rechazamos por sistema cualquier tipo de película similar que aparezca en cartelera.
Nos da igual que Peter Jackson haya hecho una adaptación mítica de “El Señor de los Anillos”, que Hug Jackman haya rescatado al aventurero capaz de hacerlas suspirar a ellas y divertirse a ellos. Que “300” arrasara en las salas, que Angelina Jolie haya demostrado de sobras que es una auténtica superestrella del cine de todos los tiempos, o que Eastwood convierta en oro todo lo que dirige. Aquí lo que viste, es tildar de mierda todo lo que se menee, incluso sin haberlo visto. Ese es el rasgo característico de todo entendido en cine de la época que sea (cosa que demuestra que el gilipollismo es lo suficientemente grande, como para ser atemporal)
A día de hoy, parece que se nos olvida que las opiniones “respetables”, dejarían de serlo si, automáticamente, cada éxito de taquilla fuera un éxito de crítica y se van al otro extremo, supongo que con el gran razonamiento lógico de “si yo no me dejo llevar por los demás, mi opinión, por cojones, a de ser distinta a la de los demás. Con la evidente excepción de cuando yo diga que algo es malo, entonces es que he sido yo el que ha marcado el camino al resto. Que yo la vi primero”.
Esto, como de costumbre, no hace ningún bien a nadie, salvo al crítico de turno, al que se le acaba pagando un pastón de tres pares de pelotas por hacer una buena crítica de una castaña pilonga de película en la que la productora se ha dejado el pastón del siglo y, cuando la ha visto, se ha dado cuenta de que eso no lo verá nadie en su sano juicio, salvo que un gran gurú sea capaz de decirte que es el summun del arte y que la culpa de que no te guste es tuya por ser un inculto (supongo que con esto de la crisis, hay poca pasta para untar a estos elementos), y la verdad o tienes mucha personalidad o acabas pidiendo perdón porque te gusten cosas como Constantine, que no será la rehostia en verso para la crítica, pero en una noche a agosto, con una prójima al lado, te lo pasas de lujo viendo la lucha del exorcista y satanás.
Por eso, ahora mismo, yo digo que ojalá llegue el día en que mandemos a los catastrofistas a la mierda, nos plantemos en el cine, vayamos a que nos guste la película y lo podamos contar sin complejos. Que en este jodio tiempo de crisis, seguro que en el cine, encontramos algo que nos guste a nosotros, por poco que sea.
2 comentarios:
Personalmente prefiero el teatro, y tal como va la cosa más. Lo que provoca crisis en el cine es que ver una puta película cueste lo mismo que ver una obra de teatro, a pesar de que una película se graba una vez y se ve en todas partes al mismo tiempo mientras que los actores actúan delante de ti todo el tiempo.
Yo voy al cine, y a veces voy a ver mierda comercial, pero sabiendo que lo es y a lo que voy: a pasarme un rato divertido y desconectar del mundanal ruido.
Lo que tengo muy claro es que palmar 6 eurazos por ver una e¡peli, no me compensa. Prefiero verla online a posteriori, sea buena o mala.
Y sí, mucho bocachancla hay en el mundo. Me meo con las críticas de El Diario Vasco, no sé quién le dio el título de Dios del Cine al mamonazo de turno, pero vamos, que él diga misa, que se nota que lo que le jdoe es no mojar churro y lo paga con los artistas.
Algún día, el mundo se dará cuenta de lo importantes que somos los actores, tanto los grandes genios como los secundarios.
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