jueves, 7 de mayo de 2009

Absolute Beginners

Anoche, cuando ya estaba apunto de meterme en la cama de una jodida vez, algún brillante cerebro de estos que ya sólo quedan en la radio (la inteligencia abandonó la televisión hace bastante, seamos realistas) se decidió a pinchar esta soberbia canción del amigo Bowie y, la verdad, la década dorada de la música mundial (los ochenta) le supo poner música a todo.

Supongo que, según todos los estereotipos televisivos, cuando uno pasa la barrera de los cuarenta o está próximo a los cincuenta, ya no se puede permitir el lujo de ser un “absolute beginner”, pero me gustaría saber cuántos de ellos se sienten así ahora que el paro azota nuestras vidas y la depresión profunda intenta apoderarse de su mente. No sé muy bien porqué, cuando dejaba que Bowie invadiera totalmente mis sentidos, a mi mente vino la imagen de unos amigos. Una pareja muy peculiar que, al contrario de lo que mandan los cánones, dio más importancia a su crecimiento como personas, que a su crecimiento económico; al fondo que a las apariencias; a los sentimientos que a la pasta; a su hija que a ellos mismos. En definitiva, todos los defectos que se le pueden achacar a un “absolute beginner” que no quiere morir dentro del gris profundo de la masa, sino que quiere vivir dentro del arco iris de la vida; pero, como todos los humanos, con sus altibajos y problemas. Eso sí, siempre con una sonrisa en la boca y un sueño en la cabeza. Sueño muy simple, muy llano y muy alcanzable; conservar lo que tienes. ¿A que parece fácil? Pues no lo es, menos en estos tiempos y con esa edad.

¿Qué les va a pasar si entran en la cola del paro? Pues la verdad es que dudo de que alguien lo sepa, de ser así, le animo fervientemente a que trabaje como futurólogo, se gana un pastón por soltar respuestas “lógicas” con verbo místico y siempre, dejando una puerta abierta a la esperanza, que ese es su mejor truco. Lo que yo sí sé, es que alguien les puso música a los absolute beginners, y no mala.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mientras podamos volver a empezar no va mal del todo ;) :*

Anónimo dijo...

Más fácil tratar de conservar lo que se tiene a recuperar lo perdido. Y para llegar al segundo, hay que fracasar en lo primero.